El capitalismo británico contra el Perú y en la guerra con Chile

V. G. Kiernan, profesor de la Universidad de Edimburgo, publicó en la revista «The Hispanic American Historial Review» correspondiente a febrero de 1955 un estudio con la finalidad de probar que es falso el punto de vista del Secretario de Estado norteamericano Blaine afirmando que la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia fue «una guerra inglesa«.

 

Extracción de guano a fines de los años 1800’s

 

 

Su documentación se basaba fundamentalmente en papeles de los archivos de Londres. El veredicto de Kiernan acerca de la supuesta injerencia del capital británico para precipitar la guerra o para ayudar a Chile es:

«No está probado«.

En cuanto a la actitud del gobierno de su país su fallo tiene una enfática frase:

«No culpable«.

Voces contradictorias o desorientadas pudieron surgir dentro de los funcionarios diplomáticos ingleses al emerger, desarrollarse o terminar la llamada «guerra del Pacífico«. Kiernan cuida muy bien de exhibirlas.

Sin embargo, en su mismo estudio aparecen los siguientes hechos que son irrefutables:

1°) Sir Charles Russell, dirigente de los tenedores se bonos de la deuda peruana, trató de impedir en plena guerra un empréstito al Perú para comprar armamento y la cancillería de su país protestó contra el plan de un nuevo contrato con Dreyfus que hubiere permitido comprar armamento por considerarlo dañino a aquellos acreedores.

2°) Había considerables intereses británicos en la compañía chilena de Antofagasta, perjudicada por las drásticas medidas de Daza al iniciarse el conflicto.

3°) Un grupo comercial británico, uno de cuyos centros era la casa Gibbs, sostenía que una victoria de Chile podía ser beneficiosa a la larga porque esta República era la más eficiente y enérgica en el Pacífico sudamericano. Esta opinión ganó terreno cuando los triunfos chilenos se sucedieron sin cesar y el aumento del tráfico con el país vencedor compensó las pérdidas del intercambio con el Perú.

4°) Informes de la legación en Lima ayudaron a difundir la tesis de que el Perú habíase unido a Bolivia para dominar en las salitreras chilenas que le hacían competencia.

5°) De la misma fuente emanaron juicios despectivos e insultantes para la sociedad peruana, las altas clases, la figura de Piérola y el partido que obedecía a este caudillo. El ministro inglés en Lima tuvo choques con el canciller Calderón.

Un informe del almirante Lyons en 1882 expresó complacencia ante la posibilidad de una anexión del Perú a Chile.

6°) Intereses económicos empujaron al gobierno de Estados Unidos y a ciertos círculos financieros y políticos franceses a apoyar al Perú: Inglaterra no los secundó.

Hubo, en cambio, entre los diplomáticos de este país y entre sus hombres de negocios, desacuerdo u oposición a los arreglos por los cuales la riqueza de Tarapacá hubiese pasado de hecho al dominio norteamericano.

7°) Las propuestas chilenas a los tenedores ingleses de bonos de la depreciada deuda peruana fueron «aclamadas” en una reunión en Londres el 2 de febrero de 1880 y recibieron el aplauso de periódicos como Economist.

8°) Kiernan no entra en un análisis acerca del fundamental significado o alcance sobre el fracaso de los esfuerzos para dar fondos o armamento al Perú y la actitud que tuvieron los tenedores de bonos de su país.

9º) Tampoco alude al entendimiento entre la Peruvian Guano y Chile para la venta del guano en Tarapacá, que permitió a este país obtener fácilmente considerables fondos para la campaña de Lima.

Nada de lo anteriormente expuesto implica que el gobierno británico «interviniera» en la guerra.

 

No hace referencia Kiernan a la actitud de la prensa inglesa durante la contienda y antes de ella.La del Times de Londres fue enteramente favorable a Chile desde el último hace mucho que dijimos que estaban de parte de Chile y que los extranjeros neutrales deben concederles sus simpatías.

La querella es mercantil mientras Chile pelea por la libertad de comercio.

El Perú ha tomado el partido de la restricción y del monopolio. El punto de vista aquí expresado no era, por cierto, aislado; necesariamente tenía que reflejar el de importantes intereses económicos en Londres y en la costa occidental de América del Sur.

En suma el capitalismo inglés ayudó y sostuvo a Chile en la guerra contra el Perú.

Es importante consignar y estudiar este importantísimo hecho que debe llevar a revisar muchas aseveraciones de

la historia tradicional acerca de dicha contienda. Pero ello no implica olvidar que las campañas y las batallas de la invasión y la ocupación del Perú las hicieron chilenos.

 

 

Fuente:

«La Historia de la República: Tomo 7» –  Jorge Basadre.