Extracto de la procesión de la bandera de Federico Barreto

No se oyó una exclamación,

ni una sola exclamación

ni el grito más insignificante.

Sellados todos los labios

por un compromiso de honor,

permanecieron mudos.

Y en medio de aquel silencio

extraño y enorme que infundía

asombro y causaba admiración,

la bandera, levantada muy

arriba, avanzó lentamente por

en medio de aquel océano

de cabezas descubiertas.

La procesión de la bandera
Federico Barreto