La captura del transporte chileno Rímac - Guerra del pacífico 3D
La captura del transporte chileno Rímac (23 de julio de 1879)
La toma del Rímac por el monitor peruano Huáscar y la corbeta Unión fue el golpe más resonante de las correrías de Miguel Grau durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico.
Ocurrió el miércoles 23 de julio de 1879, frente a Antofagasta (por entonces territorio boliviano ocupado por Chile), y provocó una conmoción política y social en Santiago, además de consecuencias operativas inmediatas en el teatro marítimo.
Contexto operativo
En julio de 1879, el Huáscar se hallaba en su segunda correría sobre costas chilenas, estrategia de guerra de corso para hostigar comunicaciones y capturar transportes.
Grau había coordinado con Aurelio García y García (jefe de la 2.ª División Naval) un plan para sorprender a los transportes enemigos que pernoctaban mar afuera y volvían a Antofagasta al amanecer.
La Unión estaba al mando del capitán de navío Nicolás Portal. Por el lado chileno, el Rímac navegaba contratado por la CSAV, bajo el capitán civil Pedro Federico Lautrup, con el capitán de fragata Ignacio Luis Gana autorizado a asumir el mando ante presencia de enemigo.
La situación estratégica chilena era delicada. El blindado Cochrane tenía problemas de carbón y se hallaba lejos del punto crítico, mientras el gobierno esperaba reforzar Antofagasta con tropas y pertrechos embarcados en los transportes Rímac y Paquete de Maule.
La caza y el cerco
A las 6:15 de la mañana del 23 de julio, la Unión avistó humo y dio la voz de alarma. El Rímac se acercó creyendo que era el Cochrane, pero al reconocer a la corbeta peruana cambió de rumbo y trató de ganar Antofagasta.
La Unión intimó con un tiro en blanco y el Rímac respondió con su artillería lisa de a 32, que no alcanzó por distancia. Se inició entonces una persecución en la que la Unión fue cerrando, con ráfagas desde un Whitworth de 9 libras que causaron los primeros daños y bajas a bordo del transporte.
El parte oficial del propio Ignacio Luis Gana, fechado en Arica el 25 de julio, reconstruye la secuencia con precisión:
- La caza duró cuatro horas
- La Unión efectuó 52 disparos
- A las 11:15 el Huáscar cruzó la derrota del transporte
- La Unión se situó a unos 600 metros, cerrando la trampa
Sin botes suficientes para una evacuación y con el buque bajo fuegos cruzados, Gana ordenó izadar bandera de parlamento sin arriar la chilena. Se rompieron válvulas para impedir captura o hundimiento inmediato, y se arrojó por la borda parte del material sensible.
El balance: un muerto y seis heridos, todos del escuadrón embarcado.
La rendición y la toma de posesión
Tras la señal de parlamento, la Unión arrió botes y el teniente 2.º Felipe La Torre tomó posesión del buque en nombre del Perú.
Grau ordenó poner el Huáscar al costado del transporte y designó como comandante provisorio del premio al capitán de fragata Melitón Carvajal.
Prisioneros notables como el teniente coronel Manuel Bulnes Pinto y su hermano Wenceslao (oficiales del escuadrón Carabineros de Yungay N.º 1), fueron distribuidos entre las naves peruanas.
Botín, material y valor estratégico
El Rímac llevaba un cargamento de alto valor militar:
- Escuadrón Carabineros de Yungay (aproximadamente 258 plazas)
- 215 caballos
- 300 rifles Comblain II con 200 mil cartuchos
- Carabinas Winchester
- Víveres, carbón, forraje
- Útiles de ambulancia
- Dinero y correspondencia oficial
El Tribunal de Presas en el Callao tasó el conjunto en £65,216 6s.
El logro de Grau y Portal expuso la vulnerabilidad de las líneas de comunicación marítimas chilenas y mostró que los transportes sin escolta eficaz eran presas probables.
Repercusión política y militar en Chile
La noticia llegó a Santiago el 30 de julio y desató una crisis política:
- Se interpeló al gabinete
- Hubo manifestaciones
- El mando naval fue cuestionado
El contraalmirante Juan Williams Rebolledo presentó su renuncia el 17 de agosto, siendo reemplazado por Galvarino Riveros, quien diseñó el plan que culminaría con la captura del Huáscar en Angamos el 8 de octubre.
El “Rímac” bajo pabellón peruano
Conducido en convoy a Arica, el premio arribó el 25 de julio. Ya bajo bandera peruana, su primera comisión fue el 28 de julio, cuando trasladó 330 hombres desde Mollendo, armados en parte con los Comblain capturados a bordo del mismo transporte.
Este uso inmediato del botín muestra la elasticidad logística que Grau procuraba obtener de sus presas.
Lecturas desde las fuentes
El parte de Gana aporta el punto de vista chileno y es valioso por:
- Su cronología exacta
- La explicación del izado de la bandera de parlamento
- La mención a la humanidad en el trato a prisioneros
En paralelo, la narrativa peruana resalta la coordinación entre Huáscar y Unión, así como la decisión de no arriesgar vidas innecesarias una vez logrado el cerco.
La convergencia de ambos relatos permite reconstruir la acción con alto grado de certidumbre.
Balance histórico
1. Golpe moral y político
La captura del Rímac fue el mayor revés del ejército chileno en los primeros meses de la guerra, ya que implicó la pérdida de un escuadrón de caballería completo con su caballada, además de material crítico. Ello aceleró cambios en la jefatura naval chilena.
2. Lección logística y de escolta
Transportes cargados, con artillería de corto alcance y sin escolta cercana, eran extremadamente vulnerables ante buques de guerra más veloces. La acción reforzó la prioridad de proteger convoyes y de concentrar fuerzas para cazar al Huáscar.
3. Efecto operativo peruano
La Marina del Perú convirtió el premio en capacidad útil en cuestión de días, reutilizando armas y el propio casco capturado.
Conclusión
La captura del Rímac no fue solo una hazaña táctica, también fue una operación estratégica que modificó ritmos y decisiones en ambos bandos.
Mostró el alcance de las correrías de Grau, confirmó los riesgos de subestimar la protección de transportes y empujó a Chile a reorganizar su mando para priorizar la búsqueda y neutralización del Huáscar.
Como episodio, condensa la cara moderna de la guerra del siglo XIX, donde la movilidad marítima, la inteligencia oportuna y la gestión del botín podían inclinar, por un tiempo decisivo, la balanza de la guerra.
Bibliografía: Wikipedia
Compilado y editado por:
Ricardo Cuya-Vera de Calidad Integral
Divulgador de la memoria de Miguel Grau Seminario.