La Campaña naval hasta Noviembre de 1879

El 23 de marzo, asumió el contraalmirante Juan Williams Rebolledo el mando como Jefe de la Escuadra chilena y se le designó como secretario a don Rafael Sotomayor. Debido a alistamiento ordenado por el incidente con Argentina en diciembre de 1878,el gobierno creía que la escuadra estaba en las mejores condiciones operativas. Contra lo que el gobierno creía, los buques estaban faltos de mantenimiento y con sus cualidades operativas reducidas.

Combate Naval de Iquique – 21 de mayo de 1879

Williams era puntilloso y tenía un alto sentido del deber; había formado a la oficialidad joven de la Armada y gozaba del mayor prestigio y respeto. Pero estaba enfermo y falto de la energía necesaria para esa responsabilidad. Sin embargo, a pesar de sus dolencias el 7 de marzo de 1879 tomó el mando de la escuadra sin arbitrar medida alguna ara su alistamiento.

Oficializado que fue el estado de guerra por parte de Bolivia el 14 de marzo, mientras el coronel Sotomayor tomaba posesión de los pueblos del interior, Williams tomó posesión de los puertos de Tocopilla y Cobija el 27 de marzo.

El plan inicial del Gobierno chileno era atacar a la escuadra peruana en el Callao, el mismo día de la declaratoria de la guerra, y si no se pudiera hundir, por lo menos bloquear el puerto para permitir la invasión de Tarapacá por el ejército chileno. La misión de Sotomayor era comunicarle al contraalmirante Williams el plan del Gobierno. Williams se opuso argumentando que la escuadra estaba desabastecida y que necesitaba un buque carbonero con el combustible necesario para esa larga travesía. Debido a esa carencia, el gobierno chileno arrendó varios buques de transporte a la Cía. Sudamericana de Vapores (CSAV) y un buque carbonero, el Matías Cousiño, a la Compañía Explotadora de Lota y Coronel, el que se incorporó a la escuadra el el 15 de mayo de 1879.

En lugar de la expedición al Callao, el 5 de abril a las 10 de la mañana, se presentó la escuadra chilena en Iquique y se notificó el bloqueo del puerto, con el fin de impedir los embarques de salitre y provocar la reacción de la escuadra peruana. Se mantuvo hasta el 2 de agosto con una interrupción del 21 al 29 de mayo.

Esa decisión dio tiempo al Perú para terminar la reparación de sus buques y para fortificar los puertos de el Callao y Arica de modo que proporcionaran bases seguras para su escuadra. También compró 40 torpedos fijos, torpedos Harvey en Inglaterra, 10 torpedos Lay en Estados Unidos y dos lanchas torpederas Herreshoff. En Arica el presidente Prado estableció la base de operaciones del Perú.

El Combate Naval De Chipana:

El 7 de abril zarparon del Callao la corbeta Unión y la cañonera Pilcomayo con la misión de interceptar los transportes chilenos que viajaban entre Valparaíso y Antofagasta. Temiendo un ataque a Antofagasta, el almitante Williams despachó al Cochrane y a la Magallanes para proteger el puerto, donde aribaron el 9 de abril. El día 11, el coronel Emilio Sotomayor recibió un elegrama del presidente Pinto para el secretario de la escuadra, Rafael Sotomayor, que estaba en Iquique embarcado el en Blanco Encalada, y lo envió en un sobre cerrado en la cañonera Magallanes, comandada por Juan José Latorre.

El día 12 los buques peruanos se encontraron con la Magallanes a unas 5 millas al norte de la desembocadura del río Loa. El combate se inició a las 11:15; a las 11:30 la Pilcomayo hizo un disparo con una granada que cayo cerca de la popa de la Magallanes y causó algunas averías en el casco. Latorre prosiguió su marcha al norte perseguido por la Unión mientras la Pilcomayo quedaba rezagada. Después de 6 disparos de la Unión, la Magallanes respondió; un disparo impactó en La Unión y provocó el escape de una bocanada de humo blanco. El buque se detuvo y cambió rumbo rara reunirse con la Pilcomayo.

Cinco horas más tarde, el Comandante Latorre recaló en Iquique, entregando los documentos que portaba, cumpliendo con ello el objeto de la comisión.

Destrucción De Los Puertos Peruanos:

El 15 de abril , Williams fraccionó la escuadra en dos divisiones; la primera, a su mando, conformada por el blindado Blanco Encalada y las corbetas Chacabuco y O’Higgins; la segunda la formaron el blindado Cochrane y la cañonera Magallanes. Despachó a la primera al norte y fue con la segunda al sur, dejando a la corbeta Esmeralda a cargo del bloqueo del puerto.

Con la primera división se dirigió los días 15 y 16 de abril a capturar o destruir las lanchas y los otros elementos de embarque en Huanillos y Pabellón de Pica. A su regreso a Iquique, Williams ordenó la suspensión del trabajo de las resacadoras de agua y el tráfico del ferrocarril bajo pena de bombardeo. El 18 de abril, zarpó con el Blanco Encalada y el Chacabuco a Pisagua a destruir los medios de embarque y el 29 destruyó Mejillones.

La segunda división, al mando de Enrique Simpson Baeza, debía hacer lo mismo en Mollendo. El 17 de abril ante la resistencia al intentar tomar las lanchas, bombardeó el puerto y comunicó el bloqueo de Mollendo. El el 18, hundió al buque Plata por tener sus papeles irregulares y al día siguiente, al vapor Monroe por intentar romper el bloqueo.

La Expedición Al Callao:

Habiendo pasado más de un mes bloquernado Iquique sin que la escuadra peruana se presentara, Williams decidió ir a enfrentarla al Callao. El dia 16 de mayo de 1879, junto con incorporarse a la escuadra el buque carbonero Matías Cousiño, dejó a la corbeta Esmeralda, la goleta Covadnga, los dos buques más viejos de la escuadra,, bloqueando Iquique junto con el transporte Lamar y salió rumbo al Callao con el resto de la escuadra. Dejó al Matías Cousiño a la altura de Camarones con orden de esperar su regreso.

Quiso la casualidad que el mismo día saliera del Callao con rumbo a Arica un convoy con tropas y pertrechos custodiado por los blindados Huáscar e Independencia, recién salidos de los diques; también venía el presidente Prado a sumir la jefatura de la guerra. Ambas escuadras se cruzaron sin avistarse.

El 20 de mayo, cuando el convoy peruano llegó a Arica, Prado se enteró de que habían qudado las naves Covadonga, Esmeralda y un transporte a cargo del bloqueo de Iquique y despachó al Huáscar y la Independencia a romperlo capturando o destruyendo los buques bloqueadores; después debían seguir a Antofagasta bombardear la población y destruir o apresar los transportes chilenos que se encontraran en el puerto.

Combates De Iquique Y Punta Gruesa:

A las 6:30 de la mañana del miércoles 21 de mayo, un vigía de la Covadonga vio “humos al norte” y al identificar a los buques peruanos, dio la alarma con un cañonazo. Arturo Prat, comandante de la Esmeralda y jefe del boqueo y Carlos Condell, comandante de la Covadonga se pusieron “al habla” y Prat ordenó

<< que almuerce la gente, mantener bajos fondos, reforzar las cargas y cada uno a cumplir con su deber.>>

Condell simplemente respondió: «¡All right!».

Al Lamar se le oredenó ir a Antofagasta a avisar la presencia de los blindados peruanos.

A las 8 de la mañana los buques peruanos izaron bandera de combate y el Huáscar lanzó el primer cañonazo. Siguió una hora de combate sin mayor consecuencia y a las 9 la Covadonga se escurrió al sur apegada a los arrecifes mientras la Esmeralda se colocaba frente a la población de Iquique. A partir de ese moento el combate se dividió: en la rada de Iquique combatieron el Huáscar con la Esmeralda y en la costa al sur, la Independencia con la Covadonga.

Los movimientos iniciales de la Esmeralda hicieron que reventaran sus calderas, lo que redujo su andar de 6 nudos a sólo 2. En atención a esto, Prat ubicó su nave frente a la población, a una distancia de 200 metros de la playa. Entonces, el general Juan Buendia hizo colocar en la playa de Iquique 4 cañones Blakely de montaña de 9 lb, más soldados que con sus fusiles debían hacer fuego a la corbeta chilena.

El combate entre el Huáscar y la Esmeralda se prolongó por más de cuatro horas y tuvo como resultado el hundimiento de la corbeta chilena luego de recibir tres embestidas con el espolón. La Esmeralda se hundió con la bandera al tope y disparando sus cañones; de un total de 200 tripulantes, 143 resultaron muertos, incluido su comandante Arturo Prat quien murió al abordar el buque peruano. El Huáscar, por su parte, solo tuvo un muerto y siete heridos. Después de hundir la nave chilena, el comandante peruano Miguel Grau dispuso recoger a los 57 náufragos de la Esmeralda que fueron internados como prisioneros.

Cuando la Covadonga puso rumbo al sur, un proyectil del monitor Huáscar la atravesó de banda a banda, hiriendo gravemente al cirujano Videla.

La Covadonga se escurría pegada a la costa sin que la Independencia pudiera detenerla debido a su mayor calado y la ineficacia de sus artilleros. En una zona más profunda a unas diez millas al sur de Iquique, en Punta Gruesa, la Independencia se situó en la popa de la Covadonga y cuando trataba de de embestirla con el espolón para “pasarla por ojo”, encalló en una roca destrozando su quilla. La fragata cayó sobre su costado de estribor entrando el agua por las portas de la batería.

Finalmente, la Covadonga llegó a Tocopilla en la noche del jueves 22 de mayo con serias averías producto del combate y realizó las reparaciones más urgentes. El 24 siguió rumbo a Cobija desde donde fue remolcada a Antofagasta el 25. Por su parte los 271 sobrevivientes de la Independencia viajaron el 23 de mayo de Iquique a Arica en el transporte Chalaco.

Operaciones De La Escuadra Peruana:

Debido al desastre de la pérdida de la Independencia, Grau volvió a Iquique para comunicarse con Prado y permaneció allí hasta el 24 de mayo dando tiempo a que los transportes que se encontraban en Antofagasta regresaran a Valparaíso. Los primeros en partir fueron los más lentos. El 24 salieron de Iquique el Huáscar y el transporte artillado Chalaco. El segundo capturó en Tocopilla la barca chilena “Anita” y el Huáscar siguió a Antofagasta donde se presentó al medio día del 26. Antes de entrar al puerto persiguió a los transportes que escapaban a Valparaíso, primero al Itata y luego a Rimac, sin alcanzarlos. A las 16,30 se presentó nuevamente en el puerto, disparó 16 cañonazos de 300 lb y 8 de menor calibre que fueron contestados por la Covadonga y por las baterías de tierra. No causó ni recibió daños. El 27 supo que la escuadra chilena había regresado y en la noche regresó al norte. El 28 apresó dos veleros en Cobija; el 29 llegó a Arica desde donde siguió a Ilo a aprovisionarse de carbón.

Al salir de Iquique se encontró con la escuadra chilena que venía de regreso con las carboneras vacías. La O’Higgins y la Chacabuco habían traspasado su carbón a los blindados y regresaron navegando a la vela. El Blanco inició la caza de inmediato pero después de dos horas la suspendió por falta de carbón. Cuando el Huáscar navegaba a la altura de Arica divisó al Matías Cousiño que , siguiendo las instruciones de Williams, esperaba a la escuadra, y lo persiguió sin éxito.

El 30 de mayo la escuadra chilena, sin carbón, estaba semi inmovilizada cuando apareció el Matías Cousiño que venía huyendo del Huáscar; se había salvado gracias a que para aligerar el peso botó dos lanchas que el Grau tomó por torpedos e hizo un amplio viraje para esquivarlas. Apenas rellenadas las carboneras, Williams salió con el Blanco y la Magallanes a encontrar a O’Higgins y la Chacabuco. Grau había salido el 2 de junio a sorprenderlas y se encontró con el Blanco que lo persiguió hasta la medianoche sin alcanzarlo.

Después de esas acciones, la O’Higgins viajó a Valparaíso para mantenimiento y lo propio hizo el Huáscar en el Callao.

Durante el mes de julio, la cañonera peruana Pilcomayo realizó dos incursiones en solitario. El día 6 se presentó en Tocopilla, destruyó 13 lanchas e incendió la barca Matilda; zarpando al sur ese mismo día, avistó al Blanco y a la Chacabuco, siendo perseguida por el blindado por 20 horas, sin poder darle caza. El 17 fue a Cobija, pero en el trayecto de Tocopilla a Cobija, se encontró con el Cochrane y el Matías Cousiño, siendo perseguido por el primero entre el 17 y 18 de julio, sin ser alcanzado.

El Huáscar regresó a campaña y viajó a Arica, donde recibioó orden de hundir el transporte Abtao que estaba inmóvil en la bahía de Iquique. En la noche del 10 de julio entró a la bahía, que estaba con todas las luces apagadas, no encontró al Abtao y mientras lo buscaba dió con el Matías Cousiño; avisó a su comandante de que evacuara el buque porque lo iba a hundir, pero éste emprendió la fuga y Grau le disparó varios cañonazos. Al ruido del combate llegó Latorre con la Magallanes y enfrentó al Huáscar. Grau trató tres veces de espolonearla pero Latorre esquivó las embestidas. Algo después llegó el Cochrane y el Huáscar huyó rumbo al norte. La persecución del Huáscar por el Cochrane y la Magallanes duró hasta las 11 am del 10 de julio, desistiendo por la imposibilidad de alcanzarlo.

En represalia por el oscurecimiento de la bahía, Williams ordenó bombardear Iquique el mismo día 10. El presidente Prado se enteró del bombardeo el 17; suponiendo que los blindados estaban bloqueando Iquique, ordenó al Huáscar y la Unión incurdsonar sobre Antofagasta para capturar o hundir los transportes que encontraran.

En la madrugada del 18 de julio, Grau interceptó en Mejillones al velero inglés Lady de Vére que navegaba a Liverpool y por su capitán se informó que en Antofagasta esperaban 3 transportes con tropas y pertrechos provenientes de Valparaíso. Debido a que Mejillones estaba unido por telégrafo con Antofagasta, se supo en este puerto, y en todo el Chile, la presencia de los buques peruanos.

El 19 de julio frente a Antofagasta, la Unión capturó a la fragata Adelaida Rojas, con carga de 1.700 toneladas de carbón y la despachó al Callao como presa.

El 20 de julio , frente a Chañaral, el Huáscar capturó al bergantín Saucy Jack cargado de cobre, lo envió al Callao, y en el puerto incendió 10 lanchas y dejó varadas otras 2,

El 21 de julio, el Huáscar en Huasco y destruyó las 4 lanchas presentes mientras la Unión en Carrizal Bajo, incendió 17 lanchas.

Los buques peruanos regresaron a Chañaral el 22 de julio. El Huáscar capturó a la barca Adriana Lucía, cargada de metales y la envió al Callao. La Unión ingresó a Pan de Azúcar, destruyó 5 lanchas y se fue a reunir con el Huáscar.

Cuando el 18 de junio llegó a Valparaíso la noticia de la presencia de los buques peruanos en Mejillones, ya habían salido rumbo a Antofagasta cuatrotransportes con tropas y pertrechos. El Copiapó y el Toltén hicieron escala en Coquimbo, fueron avisados y se devolvieron a Valparaíso, en tanto el Rimac y el Paquete del Maule no se detuvieron en Coquimbo y no fueron avisados. Por su parte, el blindado Cochrane que debía encontrar y proteger el convoy, había perseguido infructuosamente a la Pilcomayo, llegó el 19 a Antofagasta con poco carbón y fue enviado a Tocopilla desde donde debía regresar el 22 para salir al encuentro de los transportes. Como no llegó, se despachó al transporte Itata al mando de atricio Lynchen su busca y se les ordenó ir a Caldera, donde se había avistado a los buques peruanos. En la mañana del 23, el Cochrane y el Itata estaban a la altura de Taltal y recibieron información que el Huáscar y la Unión, navegaban en dirección al norte. El capitán Lynch sugirió regresar al norte, pero los buques chilenos siguieron al sur porque el capitán Simpson pensó que la noticia era falsa. Al Cochrane se le agotó el carbón y el Itata tuvo que remolcarlo hasta arribar a Caldera.

Como consecuencia, el Rimac fue capturado el 23 de junio por la corbeta Unión. Con el transporte se capturaron el escuadrón de Caballería Carabineros de Yungay N°1 de 258 plazas, 215 caballos, 1 cañón de 300 libras, 300 rifles Comblain II con 200 mil tiros, algunas carabinas Winchester, pertrechos, víveres, carbón, forraje, útiles para la ambulancia, dinero y la correspondencia oficial.

. Por la correspondencia se enteró el presidente Prado de que se esperaba al transporte Glenelg cargado con pertrechos desde Europa y para sorprenderlo envió a la Unión a Magallanes. La Unión llegó a la boca del estrecho el 13 de agosto, cuando el Glenelg navegaba a la altura de Lota; siguió a Punta arenas a aprovisionarse de carbón y víveres y el 18 se devolvió al norte sin saber que por esos días debía llegar el Genovese, que venía atrasado, también con abundantes pertrechos.

El día 7 de agosto, el Huáscar entró en el puerto de Taltal, pero aparecieron 2 humos en el horizonte; eran el blindado Blanco Encalada y el transporte Itata, que forzaban máquinas. El Huáscar escapó sin causar daños en el puerto

El Presidente Prado le dio a Grau la misión de torpedear al blindado chileno Blanco Encalada en Antofagasta. Para tal fin, el Huáscar utilizaría 2 torpedos Lay que estaban listos en Iquique, . El 22 de agosto salió de Arica el Huáscar en convoy con el transporte Oroya y en Iquique, recogieron los dos torpedos Lay y embarcaron los ingenieros Felipe Arancibia (peruano) y Stephen Chester (norteamericano) para operarlos. Los torpedos fueron izados a bordo en los pescantes de popa, reemplazando a las falúas del Huáscar . Cumplida esta operación zarparon a Antofagasta el 23 de agosto.

No encontraron al blindado chileno y continuaron al sur en su búsqueda; llegaron a Taltal el 26 de agosto, tomaron 9 lachas de las que 6 fueron remolcadas por la Oroya y las otras destruidas junto con una lancha a vapor; los torpedos fueron transferidos al Oroya, tras lo cual hizo rumbo a Arica, donde arribó el 29, despues de abandonar las 6 lanchas que remolcaba debido al mal tiempo.

El 27, el Huáscar entró nuevamente a Antofagasta a cortar el cable submarino. Mientras efectuaba esa operación, la corbeta chilena Abtao le disparó un tiro con uno de sus cañones de 150 libras de cubierta. El comandante Grau ordenó zafarrancho de combate. A los disparos del Abtao se sumaron  los de la Magallanes. La distancia entre los buques chilenos y el peruano es de 4 mil metros.

El Huáscar ingresa al puerto y se inicia un cañoneo en que participaron también los fuertes de tierra. El abtao recibió dos proyectiles que mataron a 10 hombres e hirieron a otros 11. El Huáscar recibió un tiro que rompió la base de la chimenea, mató a un oficial e hirió a otro. La presencia del Blanco que llegaba a Antofagasta puso fin al combate pues el Huáscar huyó. Entró en Arica el 31 de agosto y permaneció en el puerto durante casi todo el mes de septiembre.

Reorganización De La Escuadra Chilena:

El mismo 23 de julio, el ministro Domingo Santa María, que se encontraba en Antofagasta, envió un telegrama al Presidente Aníbal Pinto informándole del arribo del transporte Paquete de Maule y que el Rímac no había llegado. El 29, la corbeta de guerra francesa Decrés llevó la noticia a Mejillones de que el Rímac estaba con la escuadra peruana en Arica y por telégrafo, la noticia llegó a Santiago de Chile el 30.

La captura del Rímac originó violentos disturbios por todo Chile. El Ministro de Guerra y Marina, fue interpelado en el Senado y renunció el 2 de agosto, arrastrando al resto de Gabinete; el 4 de agosto fueron reemplazados el Comandante General de la Marina, el comandante de la Escuadra y el 6 de agosto fueron reemplazados elIntendente General del Ejército y Armada y el Auditor de Guerra del Ejército de Operaciones del Norte. También fueron cambiados algunos capitanes de los buques. El nuevo ministerio encabezado por Santa María nombró a don Rafael Sotomayor “Ministro de Guerra en Campaña” con las mismas atribuciones del presidente de la República. Para reemplazar a Juan Williams se designó al almirante Galvarino Riveros, quién enarboló su insignia en el Blanco Encalada, y se confió a Latorre el mando del Cochrane.

La primera decisión fue suspender el 2 de agosto el bloqueo de Iquique y reparar los buques que estaban en condiciones desatrosas; el Cochrane fue a Valparaíso para una reparación completa y al blanco se le hicieron las más indispensables en Mejillones. El 5 de agosto, el gobierno dictó un decreto que prohibía las oficinas del telégrafo dar a conocer los telegramas sobre movimientos de buques y tropas; a regañadientes, la población los aceptó.

El Combate Naval de Angamos:

El almirante Grau recibió las siguientes instrucciones del Presidente Prado: el Huáscar y la Unión, ambos a su mando , viajarían a Tocopilla adonde llegarían de noche para hundir a alguno de los blindados chilenos o a algún buque chileno si estuviera allí, mediante un torpedo Lay, operado por el norteamericano G. Haight, y si no fuera posible, Grau debería cometer entre Tocopilla y Coquimbo todas las hostilidades posibles.

En la madrugada del 30 de septiembre zarparon al sur el Huáscar, la Unión En Sarco, caleta al sur de Huasco, apresaron al velero Coquimbo, lo enviaron al Callao y continuaron al sur. Llegaron hasta Tongoy y regresaron al norte sin causar daños. A la 1:00 a. m. del 8 de octubre, el Huáscar ingresó a la bahía de Antofagasta.

El ministro Sotomayor era informado permanentemente de los avistamientos de los buques peruanos. En la noche del 6 de octubre la escuadra se reunió en Mejillones. Ahí se estableció un plan en el cual la 2ª División, conformada por el blindado Cochrane, la corbeta O’Higgins y el transporte artillado Loa, todos recién reparados y en plenitud de sus capacidades, debía recorrer la costa frente a Mejillones y la 1ª División (Blanco Encalada, Covadonga y Matías Cousiño) debía hacer lo mismo frente a Antofagasta. Después de la reunión, la 1.ª División zarpó de Mejillones a las 10.00 p. m. del día 7 con la misión de patrullar la costa frente a Antofagasta.

Al amanecer del miércoles 8 de octubre, las naves de guerra peruanas navegaban con rumbo norte. A las 3:30, vieron a la 1ª división que venía a Antofagasta desde el norte, que trataba de cerrarles el paso. Grau ordenó las maniobras evasivas, reguló su velocidad de modo que la distancia con la 1ª división chilena se mantuviera.

A las 7:15, los buques peruanos divisaron otros tres humos hacia el noroeste, en la misma dirección hacia donde navegaba la formación peruana: era la 2.ª División naval chilena, a una distancia de 22 millas. Los buques peruanos tenían el paso al este cerrado por la costa, el noroeste, por la División Latorre y al sur por la División Riveros, no quedándoles otra opción que forzarlas máquinas rumbo al norte. La Unión forzó su andar alejándose del Huáscar en su huida perseguida por la O’Higgins el Loa; finalmente fondearía en Arica en la madrugada del 9 de octubre.

El Huáscar, en cambio no pudo escapar; su velocidad era ligeramente menor que la del Cochrane y pese a que abrió fuego disparando una andanada de su artillería principal contra el Cochrane a una distancia de mil metros. El Cochrane no respondió sino cuando la distancia se había estrechado a 200 metros.

A las 9:48, a una distancia de 200 metros, el Cochrane efectúó sus primeros disparos con efecto devastador, destrozando la torre de mando y averiando seriamente la torre de artillería y el mecanismo del timón.

A las 10:22, el Blanco Encalada y la Covadonga habían acortado distancias hasta los 200 m por la aleta de estribor del blindado peruano y abrieron fuego. El Huáscar quedó de esta manera encerrado entre los dos barcos chilenos.

Debido a la muerte sucesiva de sus comandantes, el mando del Huáscar recayó en el joven teniente primero Pedro Gárezon Thomas; a las 10:48, cuando ésta se encontraba ingobernable con solo cuatro oficiales de guerra a bordo. El teniente Gárezon convocó a consejo y se decidió hundir la nave antes que entregarla rendida.

Informes de Oficiales chilenos, participantes del combate, señalan que a las 10:55 parte de la tripulación del Huáscar arria la bandera en muestra de rendición. Desde los blindados chilenos se observa que el buque peruano disminuye su avance y no presenta pabellón de combate en su mástil principal, se preparan las embarcaciones para abordarlo y capturarlo A las 11.08 el Huáscar se detiene y a las 11:10 es abordado por los marinos chilenos que conminaron por la fuerza a los maquinistas a cerrar las válvulas. La marinería chilena se empeñó en apagar los múltiples incendios que había a bordo del monitor, mientras que la tripulación peruana era trasbordada a los buques chilenos en calidad de prisioneros de guerra.

En el combate, el Cochrane tuvo 10 heridos, uno de los cuales murió luego. El Huáscar tuvo 33 muertos, 24 heridos graves, 3 heridos leves y 144 ilesos, todos hechos prisioneros.

Después de esta acción, el Blanco Encalada fue a Valparaíso para una reparación completa.

Ultimas operaciones en 1879:

Una vez que fueron terminadas las reparaciones del blindado Blanco Encalada en Valparaíso, este se dirigió a las costas del departamento de Moquegua a bloquear los puertos peruanos.

El día 18 de noviembre de 1879 alrededor de las 9:00 horas el Blanco regresaba de Islay y al estar en las cercanías de Mollendo, se divisaron tres humos al sur que los chilenos reconocieron como la corbeta Unión, la cañonera Pilcomayo y el transporte Chalaco.

La Unión navegó al oeste a baja velocidad para atraer al blindado. La Pilcomayo navegó al sur a máxima velocidad y el transporte «Chalaco» cambió su rumbo al sureste para pegarse a la costa.

Estando en el Blanco el Almirante Galvarino Riveros y conociendo las velocidades de los buques peruanos, no cayó en la trampa, por lo que decidió dar caza a la cañonera Pilcomayo. Al percatarse el Comandante de la Pilcomayo que la distancia se acortaba rápidamente, reunió a sus oficiales en consejo, acordando hundir el buque antes de entregarse, batiéndose en retirada. A la par, el Comandante Ferreyros hizo abrir las válvulas del fondo para inundar la máquina y la santabárbara y ordenó derramar todo tipo de material inflamable para incendiar el buque. Los cañones de popa fueron apuntados sobre la escotilla de la cámara de oficiales para perforar el casco bajo la línea de flotación. Luego dispuso la destrucción de códigos, correspondencia y documentos del buque. Iniciado el incendio, detuvo el buque y arriaron los botes para embarcar a la tripulación.

Abordada la Pilcomayo por el teniente Goñi, dedicó todos sus esfuerzos para salvar la nave, atracándola al Blanco de modo que con sus bombas de achique impidiera su hundimiento y simultáneamente reforzó al personal que apagaba los incendios. En dos horas, los buzos del Blanco lograron tapar las vías de agua y se apagaron los incendios.

La nave fue remolcada a Pisagua para las reparaciones más urgentes y llevada después a Valparaíso donde fue reparada totalmente.

el 23 de diciembre, en el puerto de Ballenitas (Ecuador), el crucero Amazonas capturó la lancha torpedera peruana Alay, que viajaba desde Panamá hasta el Callao.

Después de la captura de la cañonera peruana Pilcomayo en noviembre de 1879, las acciones de la escuadra chilena se limitaron al bloqueo de los puertos peruanos, al transporte de tropas y al apoyo de las operaciones terrestres. Por su parte, la escuadra peruana realizó algunas incursiones a los puertos bloqueados transportando pertrechos, y burlando a los bloqueadores aprovechando la mayor velocidad de sus buques.