Cuando el»Huáscar» y la «Independencia»se cañonearon entre si

Tenía que ser la plaga pierolista la que pudo alguna vez, en 1877, secuestrar al blindado»Huáscar» y sembrar el caos en nombre de la revolución». La nave que se haría gloriosa dos años después se enfrentó así a cañonazos con la leal fragata «Independencia», que defendía la legalidad y, poco después, convertida en embarcación pirata, fue atacada por dos buques de guerra británicos: la fragata «Shah» y la corbeta «Amethyst». El episodio es parte del exquisito libro de Jorge Grieve»Historia de la artillería y de la marina de guerra en la contienda del 79″.

 

La fragata blindada «Independencia» construida en 1865 en Inglaterra. En 1877 tuvo que batirse con el «Huáscar».

Tanto la Independencia como el Huáscar se inician en combates reales de artillería y maniobras tácticas de lucha, y no de ejercicios, para el desarrollo y preparación de oficiales y tripulaciones, en un encuentro librado entre ambos blindados, lucha entre hermanos que, felizmente, no llegó a tener consecuencias. Ello se produjo como un incidente en la sublevación de parte de la tripulación y oficialidad del Huáscar, de acuerdo con partidarios de Nicolás de Piérola en la noche del domingo 6 de mayo de 1877.

Habiéndose apoderado del blinado, los rebeldes se dirigieron hacia el sur, embarcándose don Nicolás en el puerto boliviano de Antofagasta el día 15 del mismo mes permaneciendo en el puerto de Cobija hasta el 27, zarpando entonces rumbo a Pisagua.

Mientras tanto el gobierno de Prado organizó una división naval de operaciones, con la fragata Independencia, la corbeta Unión y el monitor Atahualpa llevado a remolque por el transporte Limeña. Estos buques, salvo la Unión, no estaban en buenas condiciones. La división naval obedecía las órdenes del capitán de navío Juan G. More, a bordo de la Independencia; la Unión se encontraba al mando del de igual se Nicolás del Portal, mientras que el monitor Atahualpa estaba comandado por el capitán de fragata Gregorio Miró Quesada.

A las 5 y 25 de la tarde del 28 de mayo, la Independencia y la Unión avistaron al Huáscar a la altura de Punta Pichana, cerca de Pisagua, iniciándose el combate a 1,50o metros de distancia, primero entre los blindados y después, con participación de la Unión y de la cañonera Pilcomayo.

La lucha dice Vegas García duró una hora, sin consecuencia alguna, pues sólo un tiro de los cañones de 10 pulgadas del Huáscar atravesó la chimenea de la Independencia, causando, además, otros daños de menor importancia.

Al retirarse el monitor, la Unión fue en su persecución, pero con muchas precauciones ya que también recibió proyectiles que la averiaron levemente. En el Huáscar no se registró impactos de proyectil de artillería de alguno de los tres atacantes. El Iluáscar prosiguió hacia el norte al comando del capitán de fragata Luis G. Astete.

Mientras tanto, el almirante inglés De Horsey, con la fragata Shah y la corbeta Amethyst, se encontraba buscando al Huáscar, calificado como barco pirata, como resultado de algunas interceptaciones de buques mercantes de bandera inglesa que había hecho en sus correrías de esos días. Y fue al día siguiente del combate de Punta Pichana que la división naval inglesa, en su recorrido hacia el sur y a la altura de Pacocha cerca de Ilo, departamento de Moquegua, poco después de mediodía, se encontró con el blindado rebelde.

Dos opiniones profesionales sobre este encuentro histórico son las siguientes:

1.-El profesor de Diseño Naval y Construcción, del Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.) de Boston, William Hovgaard, decía en su clásica obra Modern History of Warships:

«En 1877, el Shah, en unión a otro más pequeño crucero, el Amethyst, peleó en acción con el monitor Huáscar. Los disparos de los peruanos fueron muy pobres, su tripulación era totalmente no entrenada, y los buques ingleses no registraron un solo tiro en sus cascos. La velocidad superior del Shah demostró ser una gran ventaja, desde que le permitió mantenerse a distancia y hacer imposible que el Huáscar usara el espolón.

El Huáscar, que tenía un calado de sólo 14 pies, se mantuvo pegado a la costa, frente a la ciudad de Ilo, y por esto el Shah, debido a su mayor calado, se tuvo que mantener más afuera, impedido de usar sus cañones. A pesar de la abrumadora superioridad de parte de los dos cruceros, en tonelaje, velocidad, artillería V-hombres, no tuvieron éxito en destruir o capturar el pequeño blindado. Parece probable que si la artillería del Huáscar hubiera sido eficiente, los cruceros hubieran sido derrotados. La lección que se desprendió de aquella acción no fue echada al olvido. Aunque los cruceros no tuvieron daño alguno, su vulnerabilidad e impotencia frente a blindados llegó a ser manifiesta, y se hizo evidente que navíos de esta clase tenían que tener alguna protección blindada«.

2.-El historiador inglés Oscar Parkes hace el siguiente comentario:

«Esta acción entre dos navíos ingleses no blindados y el más notorio blindado de aquellos días se puede mencionar porque ella fue la primera ocasión en la que se usó un torpedo Whitehead en una verdadera guerra, mientras los pobres resultados de los disparos de artillería dan una idea justa de la puntería de la época y del fracaso de nuestros cañones para lograr algo parecido a la perforación de blindaje que se lograba en los campos de prueba.

El buque almirante de De Horses, fue el Shah, una de las tres grandes fragatas de Reed, no blindadas, que llevaban un excepcional armamento pesado, con una velocidad de ensayo de 16.4 nudos. Contaba con dos cañones de 9 pulgadas, doce toneladas, rayados y de avancarga (M.L.R.) capaces de perforar una plancha de hierro de 9.5 pulgadas a 1,000 yarda, sobre pivotes en la cubierta superior; ocho cañones de 7 pulgadas (capaces de perforar una plancha de hierro de 7.5 pulgadas a 1,000 yardas) a cada lado, y ocho cañones de 64 libras, inocuos contra un blindaje.

La corbeta Amethyst, de 1,970 toneladas, estaba armada con 14 cañones de 64 libras. Como el Huáscar tenía un ca-lado de sólo 14 pies contra los 27 del Shah, trató de alcanzar el poco fondo frente a Ilo, pero el Amethyst se movió para impedirlo, y el fuego se abrió a 1,00o yardas a las 3 p.m. Moviéndose para un lado y el otro, el Shah fue un blanco difícil para los artilleros del Huáscar, aunque tales maniobras impidieron la buena práctica inglesa, especialmente porque el pequeño bordo del buque de torre fue un pésimo blanco, y se tuvo que suspender el fuego a intervalos para evitar que los tiros cayesen en Ilo. El Amethyst mantuvo un fuego constante y preciso pero podía dañar únicamente la obra muerta superior de su oponente.

Después de dos horas de fuego de los cañones, el Shah lanzó un torpedo pero la distancia era muy grande y su velocidad muy baja para alcanzar el blanco. A las 5 y 45 cesó la acción, y el rebelde se aproximó a la ciudad y al día siguiente se rindió a la flota peruana.

El Huáscar fue alcanzado por 60-70 disparos en su obra muerta superior, con algunos tiros que re botaron de su lado blindado. Únicamente una granada común de 9 pulgadas perforó la plancha de 3.5 pulgadas arriba de la línea de agua, causando algunas bajas en la tripulación, y hubo una sola marca en la torre debido a un tiro con proyectil de 7 pulgadas. Durante las dos horas y cuarto el Shah había disparado 280 tiros de los cuales se supone que 30 dieron en el blanco; los barcos británicos tuvieron algunos cordeles cortados y, maniobrando, habían prevenido el uso del espolón«.

 

El variadamente nefasto Nicolás de Piérola fue quien provocó el fratricida duelo.

 

Fuente:

Hildebrandt en sus trece, 2015 Año 6 n°271, pag. 26