Asalto y toma De Pisagua (2 de noviembre de 1879)

Esta batalla se llevo a cabo el 2 de noviembre de 1879, en el contexto de la guerra del pacifico, es considerada el primer desembarco anfibio del mundo, se dice que el desembarco de Normandia se baso en esta batalla.

En Pisagua se realizó el primer desembarco anfibio como lo conocemos ahora. Todo parte con el reconocimiento del terreno, el bombardeo desde los barcos, la descarga de hombres por botes y la lucha en la playa hasta llegar a tomarse las posiciones de defensa enemiga.

Lo que pasa es que Normandía fue mucho más grande y de película pero en el fondo se hizo lo mismo. Además, el desembarco de Normanía tampoco fue el primer desembarco anfibio de la segunda guerra mundial.

 

 

La consideración más importante para la realización de la Campaña de Tarapacá, era la elección del punto de desembarco.

La ubicación del ejército peruano del sur concentrado en Iquique, y del ejército del norte concentrado en la zona de Arica-Tacna, hacía evidente la elección de un punto que impidiera la reunión de ambos. Debía elegirse un lugar al norte de Iquique.

Se decidió desembarcar en Pisagua, que contaba con una guarnición de 1,400 soldados y cuya bahía estaba defendida en sus extremos norte y sur con cañones Parrot de 100 lbs.

 

 

Combate:

Para esta operación, se sumaron 9,500 hombres, pero para el desembarco en Pisagua se destinaron 4.890 soldados, otro tanto fue enviado a Junín (2.175 hombres) y el resto quedó en la reserva de la flota.

A las 5:00 de la mañana se divisan desde la costa en Pisagua las luces de 19 barcos chilenos, por lo que Isaac Recavarren decide llamar a los batallones Victoria e Independencia al mando de Pedro Villamil, con 964 bolivianos, que se encontraban en las alturas Alto Hospicio para reforzar el puerto.

La defensa de los aliados ubicó a los soldados entre las rocas, línea que recorría Isaac Recavarren a caballo para impartir órdenes.

A las 7:00 de la mañana, se inicia el bombardeo a las dos baterías de tierra y poco después se disponen tropas chilenas en chalupas de desembarco.

Al llegar a Pisagua, el blindado Cochrane, al mando del Comandante Juan José Latorre y la corbeta O’Higgins a cargo del Capitán Jorge Montt atacaron el fuerte sur, mientras que al fuerte norte lo atacaron la cañonera Magallanes y la goleta Covadonga. El fuerte norte sólo pudo contestar un solo disparo antes de quedar inutilizado. El fuerte sur mantuvo sus fuegos durante un tiempo mayor, pero fue finalmente inutilizado por la artillería naval chilena.

A las 8:00 de la mañana se dio inicio a la operación de desembarco. Se embarcaron la 1ª y 3ª compañías del regimiento Atacama, al mando del subteniente Rafael Torreblanca, y dos compañías del regimiento Zapadores comandadas por Manuel Villaroel, de las cuales lograron llegar hasta la playa unos 450 hombres. Los peruanos se replegaron ordenadamente, pero los bolivianos no pudieron mantener el orden en su acción de toma de posiciones. Sin embargo, problemas de coordinación en el ejército de Chile retrasaron el desembarco permitiendo a las tropas peruanas reagruparse y tomar mejores posiciones defensivas, lo que dificultó el avance de los atacantes. Pese a la defensa, las tropas atacantes logran tomar las trincheras peruanas y comienzan la penetración hacia el interior. Las embarcaciones chilenas, entre tanto, regresaban a su escuadra en busca de una segunda oleada.

A las 10:00 de la mañana, tras tres horas de combate, las baterías fueron inutilizadas, lo que posibilitó al fin el avance de las lanchas chilenas protegidas por la artillería naval. La defensa aliada repelió este desembarco lo que se tradujo en descoordinaciones en los oficiales chilenos que proponían desembarcar en Junín o en Pisagua Viejo o en Ilo pensando frustrado este primer desembarco.

Tras la primera oleada de asalto, logró embarcarse una segunda ola de soldados, el resto del regimiento Atacama, más 30 soldados del 2° de Línea bajo las órdenes de Emilio Larraín y tres compañías del Buin, estos últimos al mando del teniente coronel José María del Canto Arteaga, mientras los blindados se acercaban a la costa para reducir la defensa. Montones de carbón y sacos salitre servían de parapeto a los aliados. Isaac Recavarren decide el repliegue de la defensa ante la segunda carga chilena y el incendio del carbón y salitre que servía de defensa.

A las 14:00 se produce el desembarco en Junín, informado ante ello Recavarren decide replegar los restos hacia la estación de San Roberto.

El ascenso hacia posiciones más favorables por parte de los chilenos fue muy difícil, dada las condiciones del terreno y la defensa de los aliados. La sucesiva incorporación de tropas chilenas permitieron tomar finalmente las alturas, llegando hasta la pampa del Hospicio en la cumbre de la meseta.

Con la artillería de los buques se atacó el ferrocarril y los montones de carbón y salitre, donde se mantenían parapetadas gran parte de las tropas aliadas. Las granadas navales encendieron el salitre y comenzaron los incendios.

Descenlace

Debido a los incendios y a lo tóxico del humo, los aliados retrocedieron cerro arriba y el segundo desembarco chileno pudo concretarse con éxito, llevando cerca de 100 hombres del Atacama, del Zapadores, del 2º de Línea y del Buin, quienes se incorporaron a los primeros grupos y cayeron sobre las tropas en la cumbre, derrotándolas en toda la línea. Al llegar el tercer desembarco chileno, el conflicto había terminado. A las tres de la tarde, el Teniente Rafael Torreblanca iza la bandera de Chile en un poste de Alto Hospicio.

A las 16:00 finalmente abandonan Pisagua Isaac Recavarren y su ayudante Del Mar y los últimos defensores. Llegan a San Roberto a las 16:30 donde se encontraba Juan Buendía. Después de un reconocimiento a los defensores y vivas a Bolivia y el Perú, inician la marcha a San Francisco.

Las bajas chilenas fueron de 58 muertos y de 155 heridos en el ejército y 10 muertos y 17 heridos en la armada; las de los aliados fueron calculadas en 200 entre muertos y heridos.

 

 

Fuente:

histarmar